Qué tal.
Excelente rótulo oficial para el 2019: “Año de la lucha contra la corrupción y la impunidad”.
En ocasiones estos títulos son decorativos, protocolares, pomposos o simplemente no tienen asidero.
Por ejemplo 2018 se llamó: “Año del Diálogo y la Reconciliación Nacional” y, a decir verdad, no hubo diálogo y menos reconciliación. Todo lo contrario.
En el último quinquenio, 2018 debe ser el año de mayor encono, puyazos y diatribas.Y el epicentro de la furia y el diálogo de sordos fue el Congreso de la República.
Esperemos que, en efecto, la maldita corrupción siga recibiendo golpes mortales en 2019 y que la justicia se imponga caiga quien caiga y le duela a quien le duela.
Casos emblemáticos de la putrefacción como “Lava Jato” y “Los Cuellos Blancos del Puerto” deben tener una sentencia aleccionadora para que jamás de los jamases se vuelva a sacarle la vuelta al país con siderales coimas.
Es decir, nunca más “hermanitos”, no más “10 verdecitos”, adiós a la po-dre-dum-bre en la judicatura, chau al lavado de activos en los partidos políticos y punto final al dinero sucio financiando la política. ¡Es justo y necesario!
Esto fue todo por hoy, guardo el lápiz, hasta mañana.
OJO CON ESTO:
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