La Fiscalía de la Nación, que como sabemos está bajo el mando del resistido Pedro Chávarry, es una de las entidades estatales con mayor desaprobación (68%), junto al Poder Judicial (77%) y el Congreso (89%), según el Instituto de Estudios Peruanos.
Así las cosas, la detención del fiscal superior Abel Concha, por supuestos vínculos con la organización criminal “Los Temerarios del Crimen”, es bienvenida porque refuerza la idea de que la lucha contra la corrupción va en serio y alcanza a todos los niveles, en este caso a un funcionario que inclusive era voceado para reemplazar al fiscal Rafael Vela.
El fiscal de la Nación, rápido y furioso, ha puesto el parche para desmentir “categóricamente cualquier tipo de vinculación con Concha” y, además, finalmente, aclaró que nunca lo consideró candidato para suplir al jefe del Equipo Especial “Lava Jato”.
No faltó el autobombo porque, en un segundo tuit, Chávarry recordó que el fiscal supremo Jesús Fernández, que ve el caso, fue designado por él en la Fiscalía Especializada en Delitos Cometidos por Funcionarios Públicos.
Y después reclama fiscales proactivos, que trabajen y no se hagan conocidos en los medios con la desgracia de las personas. En fin.
Esto fue todo por hoy, guardo el lápiz, hasta mañana.
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