El Nuevo Año, corrupción e inseguridad ciudadana
El Nuevo Año, corrupción e inseguridad ciudadana

El gobierno y la oposición tienen un gran reto para el nuevo año: combatir la corrupción y frenar la inseguridad ciudadana. Dos hechos que se han convertido en una pesadilla para la población. Lo malo es que la pita siempre se rompe por lo más delgado, ya que los verdaderos corruptos e incapaces siguen enquistados en puestos claves desde donde mueven sus hilos para seguir en el poder. Y son los corruptos quienes desplazan a gente honesta y trabajadora que anhela el progreso y desarrollo del país. Es con estos últimos con quien tiene que rodearse el presidente Ollanta Humala y los congresistas, quienes están más envueltos en escándalos y hechos vergonzosos como el de Michael Urtecho, el mismo que ha ficho que no solo él 'mochaba' el sueldo a sus trabajadores sino que hay otros congresistas que también lo hacen.

Por otro lado, se está haciendo una purga para 'moralizar la policía y garantizar la seguridad ciudadana', a raíz del escándalo del operador montesinista Oscar López Meneses. Es un nuevo intento para buscar alguna solución que haga más eficiente a la policía. Pero no es la primera vez que se trata de 'reorganizar' a las fuerzas policiales que año tras año se han vuelto ineficientes por el exagerado manoseo político de los gobiernos de turno, que es lo que sucede con casi todas las instituciones del aparato estatal. Cada gobierno llega con sus propios 'equipo de trabajo' que no son más que ayayeros y gente de 'confianza' a quienes se les ubica en puestos claves por compadrazgo, favor político o tarjetazo.

Y así no se puede garantizar un buen servicio que es lo que hace años esperan todos los peruanos. En educación estamos 'jalados', en salud seguimos 'enfermos' y en seguridad estamos 'hasta las patas'. Por eso es que los ciudadanos reclaman y se preguntan dónde está el gobierno?, dónde está la autoridad?. Bueno, todo quedó en promesas que se hicieron en la campaña electoral. Prometieron construir más hospitales y nada. Ofrecieron dar mejor educación y estamos peor que antes. Y, en seguridad Ollanta Humala fue claro en decir que iba a acabar con la delincuencia, el pandillaje, el narcotráfico y ahora sale a decir que 'la inseguridad no es el principal problema del país', cuando nadie está seguro ni en su casa.

Esperemos que con el nuevo año, llegue a fondo la moralización y que los cambios en la policía den sus frutos para reforzar la seguridad ciudadana. Y que los jueces castiguen con todo el peso de la ley a los corruptos y delincuentes, sea quien sea. Es hora de aplicar la ley con mano dura, especialmente a quienes el Perú les confía un cargo o les da el uniforme para que nos defiendan de los peligros que acechan a la sociedad. Que el 2,014 sea el gran año de la lucha contra la corrupción y se imponga la autoridad y seguridad ciudadana.