Enrique Cornejo debe estar diciendo “¡maldita sea la hora en que se destapó el caso de las coimas de Odebrecht!” porque, en primer lugar, se perfila como nuevo secretario general del Partido Aprista y, en segundo, porque tiene la mirada fija en la municipalidad de Lima después de la buena imagen que dejó en la elección pasada.
Mauricio Mulder, su compañero, ya advirtió que el “Tío Bigote” debe dar un paso al costado en su pretensión de comandar el partido, dadas sus vinculaciones con dos funcionarios que fueron coimeados por Odebrecht en la licitación de la línea 1 del Metro.
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