La gastritis es una inflamación crónica de la mucosa gástrica, la membrana que recubre el estómago. Crea acidez estomacal intensa, reflujo ácido, sensación de hinchazón, pérdida del apetito y náuseas.
La gastritis puede ser el resultado de una reacción autoinmune frecuente, inducida por el Helicobacter pylori (observada en el 80 % de los casos), o por agresiones externas y químicas (por ejemplo, consumo de alcohol, tabaco o algunos medicamentos). El desencadenante no se identifica tan fácilmente, aunque el estrés a menudo puede estar involucrado, especialmente cuando es crónico.
El fenogreco es una de las plantas medicinales más antiguas de la Tierra. Esta leguminosa mediterránea es muy rica en oligoelementos y aminoácidos. Es conocida por sus propiedades antiulcerosas. Se han realizado varios estudios para investigar su impacto en las úlceras gástricas en comparación con otros medicamentos, como el omeprazol.
Según un estudio publicado en la revista Phytotherapy Research, una ingesta de dos semanas de fenogreco tomada 30 minutos antes de las comidas por sujetos con acidez frecuente radicalmente disminuyó la severidad de la acidez estomacal. Sus mucílagos y galactomananos protegen la mucosa y funciones gástricas tanto del intestino delgado como del colon. De hecho, ayudan a calmar la inflamación al formar una protección eficaz del entorno intestinal.
Se ha observado que el fenogreco tiene efectos beneficiosos en otros órganos, como el páncreas, el hígado y los riñones. Se ha sugerido que el fenogreco puede ayudar a prevenir la formación de cálculos renales al reducir los niveles de oxalato de calcio.
Puede encontrar las semillas molidas en polvo, en cápsulas o en infusión. Siga las indicaciones del fabricante para el adecuado uso de esta planta.