¿Has sentido alguna vez una sensación rara en el estómago cuando vas a hablar frente al público, rendir un examen o salir a una cena con la persona que te gusta? O ¿por qué los antidepresivos que van dirigidos al cerebro les causan náuseas o malestar abdominal? La razón es que, en realidad, tenemos dos cerebros: uno alojado en nuestro cráneo y el otro, menos conocido, pero de vital importancia, que se encuentra en el intestino humano. Ambos se hallan conectados entre sí.

Este “segundo cerebro” de los intestinos es llamado “sistema nervioso entérico” y consta de neuronas, neurotransmisores y proteínas que se encuentran en las capas del tejido que forran el estómago, el intestino delgado y el colon. Los principales neurotransmisores asociados con el cerebro- la serotonina y la dopamina- están en casi igual cantidad en el intestino. Normalmente, los intestinos producen más serotonina que ninguna otra parte del cuerpo. Muchas medicinas recetadas que afectan el cerebro también afectan a los intestinos y, en especial, el suministro de serotonina. Cuando se reduce esta sustancia, todo lo relacionado con la digestión de la comida comienza a ir mal.

Por eso es importante que mejore al máximo su nutrición y reduzca las toxinas que entran en él.

Incluya alimentos ricos en enzimas y fibra, escoja alimentos integrales

*Consuma probioticos, chucrut, kombucha, kefir y yogur.

*Es aconsejable consumir arroz integral, mote, cancha y frutos secos, son altos en fibra

*Coma papaya, al menos, un día a la semana.

*Tome tres cucharadas diarias de lecitina de soya en polvo durante treinta días, la lecitina quema grasas.

*Incluya en sus comidas algas marinas: yuyo, cochayuyo, agar agar. Las algas marinas contienen yodo natural.

* Realice una hora diaria de caminata o trote.

*Tome agua caliente o tibia durante todo el día como hacen los chinos y coman muchas verduras.

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