¡Sobrino! la Navidad está a la vuelta de la esquina, y si eres de los suertudos, ya cobraste la grati o el aguinaldo. Pero ¡ojo! No te emociones con las promociones y los ofertones, porque si no cuidas tu billete hoy, te arrepentirás mañana.

Primero, siéntate a hacer números, sobrino. Analiza cuánto dinero recibes y cuánto gastas en tus necesidades básicas. Así sabrás cuánto puedes destinar a regalos, decoraciones y la cena navideña. ¡Prioriza! Asegúrate de cubrir primero los gastos más importantes, y lo que no es tan urgente, lo ajustas o lo dejas para después.

Planifica tus compras con cabeza, no con el corazón. Hacer una lista detallada te ayudará a mantener el control y evitar gastos impulsivos. Si vas a aprovechar los descuentos en línea verifica que las páginas sean confiables para evitar estafas. Y si prefieres comprar en tiendas, mantente alerta con tu billetera y tus tarjetas.

Recuerda, sobrino, la Navidad no solo es gastar a lo loco. Lo más valioso es compartir con los tuyos. Gasta de manera consciente y dentro de tus posibilidades. ¡Celebremos en familia!