¡Sobrino! Se puso brava la cosa en el Medio Oriente tras los bombardeos entre Israel e Irán. Por el lado económico, ya se comienzan a sentir también los efectos.

La primera preocupación es el precio del petróleo, ya que por allá están los principales productores y nosotros importamos la mayor parte del petróleo que usamos. ¡Eso puede encarecernos todo! Además, cuando hay incertidumbre, los inversionistas se ponen nerviosos y buscan proteger sus reales consiguiendo oro y dólares (¡quién pudiera!). Esto empuja al alza de sus precios.

El precio del oro ya muestra un alza de 16% y esto nos gusta porque nosotros lo exportamos. Pero las autoridades tienen que parar sus antenitas de vinil, porque los altos precios también despiertan los apetitos de la minería ilegal. El dólar, por su lado, ya comenzó a aumentar tras varios meses a la baja. Esto complica a mis sobrinos con deudas en dólares (¡no hagas eso si ganas en dólares, pues!) y encarece nuestras importaciones.

¡Así que atento, sobrino! Que por más lejos que esté, este conflicto sí puede complicarnos.

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