La principal función de un alcalde es mantener la limpieza y el orden público en sus jurisdicciones. Sin embargo, hay burgomaestres en Lima y provincias, que ni esta labor pueden cumplir a cabalidad.
En el diario OJO hemos dado cuenta hace dos días que los distritos de Villa María de Triunfo, Villa El Salvador y El Agustino tienen las calles más sucias de la capital. Por su puesto que hay otros, como La Victoria, Comas, San Juan de Lurigancho o San Martín de Porres, donde ver acumulación de desperdicios en calles y parques es el pan de cada día.
A estos alcaldes se les exige que cumplan su labor mejorando el sistema de recojo de desechos y limpieza de calles porque para eso se han hecho elegir. Además, cuentan con presupuesto y personal, y lo único que deben hacer es gestionar. Si no pueden solucionar este problema, ¿cómo podrían mejorar las pistas y veredas, hacer losas deportivas o muros de contención que la población espera?
