El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, sonríe durante una conferencia de prensa en la Ciudad de México, el 22 de febrero de 2023. (Foto de Presidencia de México / AFP)
El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, sonríe durante una conferencia de prensa en la Ciudad de México, el 22 de febrero de 2023. (Foto de Presidencia de México / AFP)

Creemos que ha llegado la hora de que Perú, con Dina Boluarte a la cabeza, mande a cantar rancheras a otra parte a Andrés Manuel López Obrador (con ese nombre se alucina actor de telenovela), presidente de México, para que deje de inmiscuirse en los problemas internos de nuestro país en el afán de defender al aprendiz de golpista e investigado por corrupción, Pedro Castillo. Ayer, luego de recibir a Lilia Paredes, la esposa del profesor cajamarquino, a quien calificó de “mujer excepcional”, olvidando que la justicia peruana también la investiga como coordinadora de la organización criminal enquistada en el poder que supuestamente encabezó el exmandatario, calificó de “presidenta espuria” a Dina Boluarte. Además, insistió en que detrás de la destitución de Castillo hay “racismo, clasismo y muchos intereses creados”. No, señor, este comunista iletrado solito se disparó a los pies al intentar perpetuarse en el poder y evitar la cárcel.