Se acabaron los días no laborales por la cumbre APEC. El tráfico no estará insoportable en la avenida Javier Prado, la presencia de decenas de policías y militares en las calles será solo un recuerdo – tal vez sea lo que más vayamos a extrañar, pues había una mayor sensación de seguridad, aunque los crímenes continuaron –. Se acabó el descanso y toca volver a la realidad, esa que nuestras autoridades no quieren ver, porque recordemos que tanto para la presidenta Dina Boluarte, como para el ministro del Interior Juan Santiváñez, el estado de emergencia está dando resultado. Los taxistas acribillados, la abogada que fue candidata a la alcaldía del Rímac asesinada por sicarios y los explosivos lanzados a mercados y clínicas, solo por mencionar los últimos casos ocurridos cuando se desarrollaba la cumbre APEC, parecen no preocupar al gobierno. La mandataria vive en su burbuja y solo le preocupa verse bien. Es la cruda realidad.