Pedro Castillo se llenaba la boca diciendo que el pueblo lo respaldaba. Y ayer, en Arequipa, el pueblo le respondió. “Corrupto”, “miserable” y “ladrón” fueron algunas de las perlas que los indignados arequipeños lanzaron contra el mandatario, cuando realizaba una inspección inopinada al hospital de EsSalud de Yanahuara. El pueblo se cansó de que lo gobierne un investigado por hechos de corrupción, y por ello le piden que “renuncie”. Ante esta situación, la frase “la voz del pueblo es la voz de Dios”, le cae a pelo al profesor chotano. Pero no fue lo único que le ocurrió ayer al mandatario, también se capturó al alcalde de Anguía, José Medina Guerrero, sindicado por Bruno Pacheco como el cajero de la organización criminal que lideraría Pedro Castillo; se detuvo a Hugo y Angie Espino, de la empresa JJM Espino & Construcción; y se dio el requerimiento de detención preliminar contra Yenifer Paredes, cuñada del presidente. El cerco de investigaciones se cierra cada vez más entorno a Castillo. Sin duda se le vino la noche al “prosor”.