Si no eres parte de la solución, entonces eres parte del problema. Esta frase calza perfecto con los parlamentarios que, pese a ver el derramamiento de sangre y los constantes enfrentamientos entre la policía y los manifestantes, no se dignan a tomar una decisión para adelantar las elecciones para este 2023. En su afán por insistir con llamar a una Asamblea Constituyente (la izquierda) y que solo se convoque a elecciones presidenciales y no generales que incluya un cambio de legisladores (la derecha), no llegan a un consenso que favorezca al país y pare la violencia. En un mundo ideal se espera tener los plazos necesarios para que en el Congreso se lleven a cabo las reformas necesarias y así evitar que nuevamente tengamos que elegir entre el candidato menos malo. Pero la realidad es otra. Urge que los padres de la patria no la hagan larga, pongan a un lado sus intereses políticos particulares y tomen una medida coherente que saque al país de este hoyo en el que cada día nos hundimos más.