Patricia Benavides, la valiente fiscal de la Nación, ha dado varias muestras de que no se casa con nadie y este modus operandi le ha valido muchos aplausos, el eventual título de “Personaje del año 2022″ y la Medalla de Lima ofrecida por el flamante alcalde capitalino, Rafael López Aliaga. Y como para que no queden dudas de que no deja cabos sueltos en su escritorio, ayer el Ministerio Público -que ella dirige- inició diligencias previas contra la presidenta de la República, Dina Boluarte, el premier Alberto Otárola y el exministro del Interior, César Cervantes, luego de las denuncias por las muertes producidas durante las protestas de diciembre del año pasado. En el entendido de que la Fiscalía solo cumple su tarea, la mandataria tomó de buena forma la investigación y adelantó que dará todas las facilidades “para el pronto esclarecimiento de los hechos”. ¿Qué habría hecho Pedro Castillo ante la misma situación? Victimizarse, pues. Bien por la fiscal Benavides.