Imagen de las protestas desarrolladas en Puno contra el gobierno de Dina Boluarte el pasado sábado 7 de enero de 2023 | Foto: EFE/ Aldair Mejía
Imagen de las protestas desarrolladas en Puno contra el gobierno de Dina Boluarte el pasado sábado 7 de enero de 2023 | Foto: EFE/ Aldair Mejía

“Si vacan al presidente (Pedro Castillo), la convulsión sería tan grande que el país se volvería ingobernable”. No permitamos que la bola mágica del genuflexo exministro de Trabajo, Alejandro Salas, acierte con esta descabellada predicción aunque, para empezar, habría que advertir que el profesor chotano solo se disparó a los pies al intentar un golpe de Estado. Otro azuzador que, mismo Hayimy, andaba con pronósticos violentistas es Guillermo Bermejo: “Si vacan a Castillo, Dina Boluarte no durará dos minutos en el cargo”. Estas versiones, sumadas a los alegatos de otros lanzapiedras, han derivado en que ahora tengamos al sur del Perú convertido en un polvorín, con decenas de fallecidos, entre manifestantes y policías, y carreteras bloqueadas. Este escenario de convulsión, además del luto y el dolor general, acarrea millonarias pérdidas económicas que jamás podrán recuperarse. La sangre ya llegó al río. El Congreso y el Ejecutivo tienen la palabra.