Los políticos de izquierda, que han apoyado al corrupto e ineficiente gobierno de Pedro Castillo, tienen mucha responsabilidad en la recesión económica en que nos encontramos al haber alentado a un régimen que solo se dedicó a ahuyentar las inversiones al generar inestabilidad política y económica, y a estar detrás de una asamblea constituyente que nos iba a dar una Carta Magna para convertirnos en la nueva Cuba o Venezuela de la región. Es verdad que en el último año el gobierno de Dina Boluarte ha podido hacer mucho más, pero el origen de esto viene de la administración del profesor chotano que manejó el país como si fuera su sindicato de profesores. Ahora las viudas de Castillo salen a hacer críticas por la situación económica que agravará aún más la pobreza. ¿Qué soluciones ofrecen? Ninguna. Solo sueñan con que el golpista vuelva a Palacio de Gobierno, sin importarles que el hombre que llegó al poder como un “revolucionario”, terminó siendo miembro de una banda de saqueadores del Estado, además de buenos para nada.