La cruda realidad: Machu Picchu y Lima en marcha

Lo que necesita el país es mano dura, acción que derive en medidas legales encaminadas a poner orden y tranquilidad para que la población, nacional o visitante, transite nuestras ciudades y atractivos turísticos sin mayores inconvenientes. En ese sentido, ayer se concretaron dos decisiones que redundarán, además, en ingresos económicos para la economía nacional: la designación del Centro Histórico de Lima como zona intangible para la realización de marchas, manifestaciones y concentraciones públicas y políticas que pongan en riesgo la seguridad y la salud pública. La municipalidad capitalina no tuvo otra salida frente al vandalismo y la destrucción que soportó en las últimas semanas. El cuadrante protege las Plaza Mayor y San Martín, el Congreso, etc. Y la otra buena nueva es que Machu Picchu reabrió sus puertas después de que esta maravilla fuera negada al público como medida de prevención ante la arremetida de los protestantes violentistas. Así sí juega Perú.