Si Waldemar Cerrón y este Congreso logran legalizar a los taxi colectivo que son un foco de inseguridad vial y delitos como asaltos y robos, que no nos llame la atención si más adelante los padres de la patria dan luz verde al préstamo “gota a gota”, a la venta de celulares robados, a la extorsión o al marcaje, pues el asunto de los colectivos sería apenas una primera puerta para que la ilegalidad y el caos sean favorecidos con politiqueros y politicastros irresponsables que solo buscan aplausos y votos. Recordemos que estos mismos legisladores han creado la Cámara de Senadores para reelegirse en el 2026, y lo que necesitan ahora es el respaldo en votos y quizá también en dinero para la campaña de parte de quienes andan buscando obtener beneficios en el Poder Legislativo plagado de corruptos y sinvergüenzas. Además, legalizar a los taxi colectivos es una patada a los escasos pero necesarios esfuerzos que se hacen por combatir la informalidad en las pistas, que cobra vidas todos los días.