La prensa del corazón española, que es igual o más funambulesca que la nuestra, tiene en este momento una comidilla que ha tomado calles, plazas, webs, redes sociales y programas de televisión: la infidelidad de Piqué, el defensa del FC Barcelona, a Shakira, la famosa cantante colombiana y madre de sus hijos. “Shakira ha pillado a Piqué con otra y se van a separar”, titula El Periódico de Cataluña, al tiempo que hace un gran despliegue del ampay que estaría por acabar con la relación del jugador y la intérprete de “Rabiosa”. Joaquín Sabina, el trovador también español, sentencia que “Amor se llama el juego en el que un par de ciegos juegan a hacerse daño”. De esto parece estar consciente el pelotero porque, a decir el mismo diario, ha vuelto a vivir solo desde hace semanas en su antiguo piso de la calle Muntaner de Barcelona, mientras Shakira le ha quitado las llaves de la casa familiar. Bien dicen que en todos lados se cuecen habas y que solo se llega a la felicidad una vez y ya no vuelve. Recuerden de Roberto Martínez le puso los cuernos a Gisela y ahí murió la flor.