Perú se complica en la Copa América y solo un milagro podría hacer que pase a la siguiente fase. Aunque se dice que Dios es peruano, lo cierto es que la selección sigue sin meter goles y, como ya lo hemos dicho en esta columna, se gana anotando. Muchos ya empezaron a sacar la calculadora y volvimos a esa vieja frase de “matemáticamente aún es posible”. Pero pensemos con cabeza fría, la Bicolor está en un proceso de transición, donde las viejas glorias ya están por acabar un ciclo y no aguantan 90 minutos de juego, y las promesas juveniles aún están en proceso de agarrar carácter para plantarse bien en la cancha. Pero siempre hay que ver el vaso medio lleno, y en ese sentido, este campeonato nos sirve para desnudar la realidad de la selección de fútbol de cara a las eliminatorias y tomar una radiografía profunda para hacer los ajustes necesarios. Fossati tiene mucho por trabajar, aún hay tiempo. En septiembre se reinician las eliminatorias para el mundial y toca remontar para dejar el fondo de la tabla donde nos dejó Reynoso.