La mandataria tomó juramento al nuevo ministro del Interior. Foto: César Bueno @photo.gec
La mandataria tomó juramento al nuevo ministro del Interior. Foto: César Bueno @photo.gec

Los sicarios, ladrones, extorsionadores, secuestradores y demás desechos de la sociedad deben estar felices y hasta haciendo fiesta por la salida de un nuevo ministro del Interior, quien más allá de quién sea, demuestra que no hay estrategia, planes ni continuidad para hacer frente a la ola de criminalidad que nos sacude. Los hampones están notificados que los encargados de hacerles frente no logran encontrar a las personas ni el rumbo para ponerlos en vereda, que es lo que exige la ciudadanía que vive cansada de tener que lidiar con la delincuencia cada vez que sale de su casa o incluso dentro de ella, donde puede recibir la “visita” de cualquier hampón que busca apropiarse de lo ajeno en lugar de ir a trabajar como gente decente. Seguimos de tumbo en tumbo, como si la inseguridad ciudadana fuera algo sin importancia, como si fuera le última rueda de coche. Gracias, presidenta Dina Boluarte, gracias prófugo Vladimir Cerrón por haberla puesto en la plancha a la actual jefa de Estado que no pone orden en el país.