Cueva tiene una nueva oportunidad, al menos así lo quiere dar a conocer el Club Cienciano tras anunciar que reincorporó a su equipo al jugador acusado de violencia física y psicológica, bajo la condición de que cumpla “tareas excepcionales” que implican “normas de conducta personal, tratamiento psicológico profesional supervisado por el club, cumplimiento de responsabilidades económicas con su familia, y la valoración de una oportunidad final para demostrar su compromiso con el deporte”. Cuánta generosidad la del club cusqueño. Sin embargo, parece más una lavada de cara a Cueva producto de la metida de pata del club por anunciar, al parecer sin una reflexión profunda y sin tomar en cuenta el contrato firmado por ambas partes, su retiro del club tras la denuncia de Pamela López. Christian Cueva debe aprovechar su buena estrella en lo futbolístico y, aunque sea por mantener su trabajo, cumplir con las exigencias de su club. Una terapia psicológica le vendría bien al volante porque, tal como mencionó el club, esta es su “oportunidad final”. Avisado está.