La preeclampsia es una complicación del embarazo caracterizada por producir presión arterial elevada. Esta suele comenzar después de las 20 semanas de gestación en una mujer con presión arterial normal.
Síntomas de la preeclampsia. Es posible que no se presenten signos, pero los principales serían la hipertensión y la presencia de proteínas en la orina. También puede haber hinchazón en las piernas y retención de líquidos, aunque puede resultar difícil distinguir estos síntomas de los de un embarazo normal.
El magnesio es un mineral que reduce los riesgos de convulsiones en mujeres a las que se les presenta preeclampsia. La forma que se suele administrar es el sulfato de magnesio, el cual hace un efecto inmediato y se administra hasta, aproximadamente, 24 horas después del nacimiento del bebé.
El magnesio durante el embarazo garantiza la salud maternal y fetal. La deficiencia de este mineral en el embarazo puede causar problemas y consecuencias nutricionales en la madre y el feto.
La ingesta de magnesio no solo se asocia con un embarazo saludable, sino también con la salud del lactante; es un elemento esencial para el bienestar general del feto y un importante neuro protector fetal.
Si padeces preeclampsia, tu médico puede continuar administrándote sulfato de magnesio durante el parto. Tu presión arterial debería volver a un nivel normal en unos días o semanas después de dar a luz. Debido a que es posible que la afección no se resuelva de inmediato, es importante realizar un seguimiento cercano después del parto y durante algún tiempo después.
¿Cómo prevenir la preeclampsia? Con un diagnóstico temprano. Cuando vayas a tus controles prenatales, infórmale a tu médico si se te ha presentado cualquier síntoma nuevo.
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