Nuestro cuerpo está constituido por proteínas que cumplen diferentes funciones. Algunas son constructoras como el colágeno, otras forman neurotransmisores, enzimas digestivas, hormonas, músculos, etc. Éstas tienen un tiempo de vida o de acción, de manera que nuestro cuerpo constantemente requiere de nuevos insumos para formar las proteínas que hacen falta.
Las proteínas se encuentran en vegetales como la quinua o las menestras y son de origen animal en el huevo, pollo, pescado, cuy, etc.
Cuando consumes alimentos con proteína, durante la digestión se parten en su mínima expresión (aminoácidos, péptidos, etc.) para ser absorbidos y luego, en un impresionante trabajo metabólico, nuestro cuerpo vuelve a armar una nueva proteína.
De no contar con los insumos proteicos de la dieta, el cuerpo saca reservas del músculo afectando la composición corporal, el peso y, sobre todo, la energía y salud.
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