Últimamente les hablo de este tema por lo relevante que es tener en cuenta su existencia y su función. La barrera intestinal es una suerte de capa que recubre las paredes del colon (intestino grueso). Imaginen ustedes al colon como si fuera una tubería muy flexible y, hacia la luz de ese tubo, hay un forro que evita el contacto de los desechos con las paredes que, en el caso de este órgano, es tejido como la piel interna en la cavidad oral.
¿Para qué sirve esta barrera? Permite que el colon absorba el agua de la materia fecal en su recorrido y evita que sustancias tóxicas de los desechos presentes en las heces pasen. Lo más importante es saber que esta barrera tiene “vida propia” porque está conformada por millones de microorganismos que van formando un tejido como una suerte de alfombra que se constituye como sistema de defensa.
Las bacterias que forman esa barrera deben crecer en equilibrio, pero cuando esto no sucede ocurre un desbalance dejando espacios que permiten el paso de sustancias que luego causan malestar. Este es el motivo por el cual hay quienes creen que son sensibles al gluten.
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