El mundo moderno ha cambiado los estilos de alimentación ofreciendo cada vez más productos procesados y que le demandan más trabajo al hígado. Por ello, es importante facilitar el trabajo reduciendo la frecuencia de consumo de alimentos con aditivos químicos, bebidas alcohólicas o comer en exceso porque puede afectar a este órgano.

Al hígado hay que cuidarlo con una dieta donde predominen los alimentos naturales. También incluyendo dos tipos de alimentos: aquellos con efecto coleréticos, es decir que tienen la capacidad de estimular al hígado para formar bilis y fluidificarla para la digestión de grasa, y alimentos colagogos que estimulan la salida de la bilis de la vesícula.

Los alimentos coleréticos son vegetales de ligero sabor amargo, como la alcachofa, escarola, rabanito, berros y berenjena. Los colagogos suelen ser cítricos y uno de los más potentes son la naranja entera o en zumo.

Ten en cuenta que si tienes cálculos en la vesícula, estos alimentos no son convenientes ya que estimulan más su actividad.

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