Por lo general, consideramos al maní como un fruto seco, pero botánicamente pertenece a las leguminosas popularmente llamadas “menestra”. Las leguminosas pueden clasificarse por su contenido de aceites o almidones. Algunos ejemplos del primer caso son la soya, el tarwi y el maní. Estos 3 alimentos son una alta fuente de aceites insaturados que favorecen la salud cardiovascular, aunque también debido a su alto aporte de proteínas.
Según las Tablas Peruanas de Composición de Alimentos, el 27.1% de la semilla es proteína, 16.9% carbohidratos, 8% fibra y 51% grasa vegetal. Esta grasa es considerada saludable, entre 52% a 80% es oleico del mismo tipo que el aceite de oliva, las aceitunas o la palta, y entre 7% a 22% de aceite linoleico que es poliinsaturado.
Es también un alimento alto en energía, es decir, aporta bastantes calorías, casi 6 veces su peso, 100g de maní aporta 590 cal. Por ello, aún cuando es un alimento altamente nutritivo, es suficiente una pequeña porción. Una ración adecuada de maní va desde los 30 a 50 gramos que es un puñado pequeño.
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