Salud, educación y trabajo
Salud, educación y trabajo

El mejor regalo que le podrían hacer los políticos al Perú en esta navidad sería ponerse de acuerdo para desterrar la corrupción. Es más que evidente cómo esta lacra se va generalizando en las instituciones más representativas del país y en las que más se confía para que haya libertad, pero con justicia y dignidad. El gobierno y el congreso no dan señales para iniciar una verdadera campaña de moralización en el más alto nivel. Al contrario, desde allí se alienta y apaña la corrupción, la mentira y el caos. No puede ser que no se tome en serio la investigación del operador del montesinismo Oscar López Meneses y se busquen mil argucias para bloquear el proceso. Todo hace pensar que este hombre, muy sospechoso, les conoce sus 'anticuchos' a los del gobierno y la oposición. Por eso es que buscan enredar más el caso comenzando por Ollanta Humala y el congresista Víctor Andrés García Belaunde que juegan al gran bonetón. Se ve que hay algo turbio y no hay forma de tapar el sol con un dedo.

La inseguridad ciudadana que actualmente existe es consecuencia del desgobierno y la corrupción. No hay autoridad y lo que impera es la ley de la coima, del más fuerte y el más pudiente. Una muestra es la del ex congresista Michael Urtecho y de otros que hacen tabla rasa de la ley en el congreso. Es aquí donde se generan las repartijas y el abuso de poder con el cuento de que los congresistas pueden hacer lo que quieran para lo cual gozan de 'inmunidad parlamentaria' lo que más parece impunidad. Sin duda que el pueblo no se equivoca al afirmar que la 'corrupción viene desde arriba'. Si no hubieran jefes corruptos, no existirían empleados malogrados. El mal ejemplo está en la policía y el poder judicial. Dicen que ahora hasta malos maestros 'cobran' a sus alumnos por ponerles buena nota.

Los jefes en toda la administración pública tienen que dar el ejemplo. Pero vemos que no es así. Hay alcaldes que se pasan de vivos. Lo mismo sucede con algunos presidentes regionales. Despilfarran, derrochan y malgastan el dinero del pueblo. Se rodean de burócratas y la coima es moneda corriente en las oficinas municipales o regionales. Ya viene el 2,014, que es un año electoral, donde veremos a muchos de esos funcionarios buscando repetir el plato. No quieren soltar la mamadera y buscarán de todas formas la reelección.

A rezar para que la navidad sea motivo de reflexión y pensar en la unidad, el progreso y el bienestar de la población, pero sin caer en el juego sucio, el odio y la venganza. Que el Niño Jesús llegue a los corazones de todos los peruanos y nos ilumine para ser mejores. Basta de crímenes, asaltos, maltratos a niños y mujeres, explotación sexual, no más drogas ni armas asesinas que a diario enlutan a familias inocentes. Hay que dar el ejemplo para moralizar el país y que Ollanta Humala deje de lado las poses de soldado mandón y se ponga a trabajar para que el pueblo tenga buena salud, educación y trabajo, pero con honradez y dignidad.