Si exageras en la comida y bebida puedes tener pesadez, dolor de estómago, náuseas, vómitos e, incluso, diarrea por indigestión. Aún con el malestar, necesitas alimentos que forman parte de una dieta blanda, esto significa que son fáciles de digerir.
Lo que puedes comer durante un cuadro de indigestión es plátano, puré de manzana sin piel, zanahoria cocida, papa en puré, arroz blanco, tostadas, galletas saladas, pollo o pavo (sin grasa) y clara de huevo. Sumado a esto es imprescindible una buena hidratación con agua o líquidos claros como caldos.
Si hay presencia de vómitos, el agua no será suficiente y se requiere de un suero de rehidratación oral. También te recomiendo comer pequeñas cantidades repartidas en varias comidas al día en lugar de pocas comidas abundantes. Asegúrate de masticar bien los alimentos para facilitar la digestión y evitar ingerir alimentos, al menos, 3 horas antes de dormir.
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