Le ha pasado que siempre espera el último minuto para empezar a desarrollar ese proyecto de la universidad dejado semanas atrás? Esta situación se ha vuelto muy común entre los jóvenes estudiantes que prefieren dejar el trabajo para un día antes de la entrega final.
Según especialistas, a este tipo de personas les acompaña un estado de parsimonia en sus actividades cotidianas que les impide administrar correctamente su tiempo, creando una desorganización en sus quehaceres.
Sin embargo, la actitud provocada por una aparente dejadez o flojera se debería a otros problemas de la infancia, como la sobreprotección de los padres. El comportamiento adquirido sería la consecuencia de la ausencia de responsabilidades cuando eran pequeños y la costumbre de dejar que otros resuelvan sus problemas por ellos.
Por eso, es importante distribuir su tiempo libre, pues ayudará a su autoestima y a conseguir el respeto en su entorno social.