Antiabortistas vuelven a la carga para defender a la vida en Polonia
Antiabortistas vuelven a la carga para defender a la vida en Polonia

Una mujer de 35 años descansa en un hospital de Alemania, al que ha acudido para una interrupción voluntaria del embarazo sin que se sepa en su país, Polonia, donde el discurso antiabortista hace mella en la sociedad.
"No se lo hemos contado a nadie. Porque sé que está prohibido, porque tengo miedo de la reacción de la gente", afirma la paciente, madre de un niño, que quiere permanecer en el anonimato.
Bajo la presión de grupos radicales, Polonia prepara un proyecto de ley para prohibir casi completamente el aborto. Una situación por la que decenas de miles de mujeres abortan cada año de forma ilegal o en el extranjero.
Cuando la mujer de 35 años y su pareja supieron que iban a ser padres de gemelos estaban encantados. Luego ella tuvo problemas de salud. Un embrión murió. Los médicos no estaban seguros de que el otro estuviera sano.
"Es una decisión difícil, traumatizante. Los resultados de las pruebas salieron mal, eso es todo", explica a la AFP esta católica no practicante.
Una ley de 1993 prohíbe el aborto salvo en el caso de violación o de incesto, de riesgo para la salud de la madre y de malformaciones graves del feto.
Los antiabortistas presentaron este martes ante el parlamento polaco un proyecto de ley de iniciativa popular que va todavía más allá, autorizando la interrupción del embarazo solamente para preservar la vida de la madre.
Los médicos que practican abortos no autorizados se expondrían a cinco años de cárcel, en vez de los dos actuales, y las madres también podrían ser sancionadas, aunque esto quedaría en manos de los tribunales.
El aborto "no difiere en nada del asesinato de otro grupo de personas", afirma Mariusz Dzierzawski, uno de los sexagenarios al frente del proyecto de ley.
"Es como cuando los alemanes decían que era bueno matar judíos. Los niños antes del nacimiento son una categoría bastante más vasta", afirma este hombre, padre de tres hijas.

- '¡Qué sabrá usted!' -
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Los defensores del texto recogieron más de 375.000 firmas y consiguieron el apoyo de varios obispos, pero el apartado sobre las sanciones para las mujeres divide a los católicos.
El presidente del partido conservador en el poder PiS, Jaroslaw Kaczynski, se limitó a decir que "como católico" sigue las recomendaciones de los obispos.
La respuesta de la mujer de Lech Walesa, Danuta, al presidente, soltero, fue mordaz: "¡Qué sabrá usted de la vida de las abejas si no vive en una colmena!".
El Consejo de Europa denunció por su parte "un grave retroceso en los derechos de la mujer".
Una varsoviana de unos 50 años contó a la AFP por qué abortó tras quedar embarazada cuando tenía 21 años. "Intentaba entrar en la universidad, pensé que iba a perderlo todo", explicó. Tiene dos hijos pero le hubiera gustado tener uno más.
La mayoría de los polacos es favorable a mantener el régimen actual. Un sondeo realizado en abril por el instituto CBOS muestra que el 58% de la población aprueba el aborto legal en caso de incesto y el 84% en el de peligro mortal para la mujer.
Sólo alrededor del 10% aprueba la interrupción del embarazo cuando la mujer tiene problemas de dinero o no quiere tener hijos.
Según una investigación realizada en 2013 por el mismo instituto, al menos una de cada cuatro polacas ha sufrido un aborto. Actualmente, cada año hay menos de 2.000 interrupciones legal de embarazos. Según una militante antiabortista, Krystyna Kacpura, se practican entre 150.000 y 200.000 de forma ilegal o en el extranjero.
En la localidad alemana de Prenzlau, su número es "bastante alto", afirma Janusz Rudzinski, un médico polaco que trabaja desde hace tiempo en Alemania.
Él recibe llamadas de teléfono a diario. No siempre para pedir cita. Muchas mujeres sólo quieren hablar con un médico.  "En Polonia no tienen con quién hablar, porque los médicos tienen miedo", constata.

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