En un acto de provocación, que según analistas pretende dinamitar las conversaciones para un alto al fuego en la Franja de Gaza bombardeada por Israel, colonos judíos e incluso un ministro de Estado profanaron un templo sagrado para los musulmanes, en Jerusalén.
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La acción contra el templo sagrado Al Aqsa, que viola acuerdos internacionales avalados por la ONU, no tuvieron mayor respuesta de las autoridades policiales de Israel, habituales de reprimir a manifestaciones de musulmanes.
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Grupos que promueve el alto al fuego en Gaza solicitaron no caer en la provocación, es decir no realizar acciones violentas contra Israel, sobre todo contra su población.
¿Qué pasó?
Mil cuatrocientos colonos judíos irrumpieron ayer martes en la Explanada de las Mezquitas de Jerusalén, donde está la mezquita de Al Aqsa, el tercer lugar más sagrado del islam.
Azuzaron la violencia al enarbolar banderas de Israel y rezar en el lugar donde solo pueden hacerlo musulmanes.
Jordania, que administra el lugar, y Egipto, otro de los negociadores clave para una tregua en Gaza, condenaron el episodio.
Rechazo de EE.UU.
Estados Unidos criticó al ministro de Seguridad Nacional de Israel, un ultraderechista, por orar en la antigua y disputada mezquita Al Aqsa en Jerusalén y dijo que perjudicaba esfuerzos para entablar conversaciones con miras a un alto el fuego en el territorio palestino de Gaza.
“No solo es inaceptable, sino que resta valor a lo que consideramos un momento vital, ya que estamos trabajando para que este acuerdo de alto el fuego pueda finalmente concretarse”, dijo a periodistas el portavoz del Departamento de Estado, Vedant Patel.