Durante la pandemia de coronavirus se ha experimentado angustia, estancamiento y vacío que ha desencadenado una condición crónica de languidez. Se siente como si estuviera arrastrándose para pasar los días. Es una ausencia de bienestar que se puede evidenciar en muchos casos con problemas de concentración.
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Para algunos expertos es una emoción dominante este 2021 y no tiene síntomas de enfermedad mental. Sin embargo, la persona que se siente entre la depresión y el bienestar no es la imagen viva de la salud mental, así se explica en una publicación de la Asociación Americana de Psicología.
Asimismo, en psicología la salud mental es como un espectro que va desde la depresión hasta el florecimiento. El florecimiento es la cima del bienestar, se tiene un fuerte sentido del propósito, del dominio y de importarles a los demás. Mientras que la depresión es el valle del malestar, se sientes agotamiento y pesadumbre.
Ausencia de bienestar
Es la ausencia de bienestar. El languidecimiento empaña la motivación, altera la capacidad de concentración y triplica las probabilidades de reducir el trabajo. Parece ser más común que la depresión, y en cierto modo puede ser un factor de riesgo mayor para sufrir una enfermedad mental.
Según el sociólogo Corey Keyes, quien acuñó el término, sugiere en su investigación que las personas que presentan languidez tienen más probabilidades de padecer depresión grave y trastornos de ansiedad.
Una amenaza de la sensación de languidez es que no se siente el descenso del placer o la disminución del impulso. No te das cuenta que te deslizas lentamente hacia la soledad y cuando no puedes ver tu propio sufrimiento, no buscas ayuda ni haces mucho para ayudarte.
Un antídoto contra la languidez
Un antídoto contra la languidez puede ser el flujo, un modo de mantenerse enfocado en proyectos hasta lograrlos. El flujo es ese estado elusivo de estar absortos en un reto significativo o un vínculo momentáneo.
Aunque encontrar nuevos retos, experiencias agradables y un trabajo significativo son posibles remedios a la languidez, es difícil encontrar el flujo cuando no puedes concentrarte.
Asimismo, darse un tiempo ininterrumpido significa que se establecerán límites para retener un mejor rendimiento hasta incluso mayor productividad en el trabajo en un tiempo en específico.
Por ejemplo, una empresa de software en India probó una política sencilla, nada de interrupciones los martes, jueves y viernes antes del mediodía. Cuando los ingenieros gestionaban ellos mismos el límite, el 47% tenía una productividad superior a la media.
Por último, concentrare en un objetivo pequeño hará disipar la languidez, logrando pequeñas victorias hacia la fluidez, pensando en un reto que ponga a prueba tus habilidades y aumente su determinación.
Dedicar tiempo diario a enfocarse en un proyecto interesante, una conversación significativa o un objetivo que le importe, ayudará aún más a sentir bienestar en la salud mental.
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