Silicon Valley dio esta semana nuevos pasos en su carrera para hacer realidad los vehículos autodirigidos, con el anuncio de Tesla de que varios de sus modelos se estacionan solos y el de Google de que sus automóviles no son perfectos pero avanzan en esa dirección.
Además, la Casa Blanca dijo estar dispuesta a invertir 4.000 millones de dólares durante la próxima década para acelerar los planes de los automóviles sin conductor.
"Nos alegra el estar avanzando de forma estable hacia el día en el que podamos invitar a miembros del público a usar nuestros vehículos", dijo el martes Chris Urmson, director del proyecto de autos sin conductor de Google, tras presentar un informe en el que se detalla que la flota que circula en California (EE.UU.) habría tenido 13 accidentes de no haber sido por la intervención humana.
El directivo precisó, con todo, que 13 de esos incidentes involucraron posibles colisiones con conos de tráfico y tres obedecieron al comportamiento irresponsable de otro conductor.
Urmson afirmó que es "alentador" el que ocho de esos incidentes se registraran durante 85.295 kilómetros en tres meses de 2014 y solo cinco de ellos en 595.457 kilómetros en 11 meses de 2015, una tendencia que calificó de "buena".
Mientras tanto, la fabricante de vehículos eléctricos Tesla anunció que sus vehículos S y X tienen ya la capacidad de estacionarse solos en el garaje gracias a la última actualización de software.
El lanzamiento de la versión 7.1 del software de Tesla amplía la función de autopiloto e introduce la primera versión de Summon, que permite a los modelos S y X abrir la puerta del garaje, aparcar y apagar el vehículo.
La única interacción humana consistirá en apretar un botón para dar al vehículo la orden de que estacione.
Apple también busca debutar en el mundo del motor, según aseguró esta semana en una entrevista con la BBC el consejero delegado de Tesla, Elon Musk, quien comentó que el plan de Apple para fabricar un vehículo eléctrico es el "secreto" más comentado de Silicon Valley.
"Es bastante difícil ocultar algo si contratas a mil ingenieros para hacerlo", afirmó Musk.
Los titanes de Silicon Valley se han convertido también en proveedores de las firmas automovilísticas tradicionales, que incluyen cada vez más en sus vehículos tecnología desarrollada por Google o Apple para que los conductores hagan llamadas telefónicas, obtengan direcciones o música a la medida.
La consultora McKinsey asegura, en ese sentido, que el software será el principal factor diferenciador entre automóviles en el futuro y pronostica que hasta un 15 % de los vehículos nuevos podrían ser completamente autónomos para el año 2030.
Gill Pratt, consejero delegado del Instituto de Investigación de Toyota, sostiene que la robótica podría ser una gran línea de negocio para la empresa en el futuro e incluso su prioridad.
"Los tiempos han cambiado y el software y los datos son ahora componentes esenciales de la estrategia de movilidad futura de Toyota", aseguró Pratt en un artículo publicado el lunes por el diario The Washington Post.
Los cambios que vive la industria automovilística global, que busca alternativas a los combustibles fósiles, persigue automóviles conectados a la web y explora formas para que los vehículos eléctricos ofrezcan servicios sin conductor, propician el acercamiento entre Silicon Valley y las grandes del motor.
Prueba de ello es la decisión de General Motors de invertir medio millón de dólares en la empresa de vehículos compartidos Lyft y la alianza de Ford con el gigante del comercio electrónico Amazon para conectar los vehículos con el hogar inteligente.
Ford es una de las compañías automovilísticas que ha abierto oficinas en Silicon Valley, mientras que Toyota estableció alianzas con el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) y la Universidad de Stanford (California) para acelerar sus planes de inteligencia artificial y robótica.
Y esos lazos entre tecnología y motor no harán más que estrecharse, según John Krafcik, consejero delegado del proyecto de vehículos autónomos de Google, quien dijo esta semana durante el salón del automóvil en Detroit que "hay que hacer más alianzas y no menos" con la industria del automóvil.
"Nos gustaría establecer algunas alianzas este año", dijo Krafcik, lo que alimentó los rumores de un posible acuerdo con Ford.
La Casa Blanca, por su parte, adelantó el jueves que trabajará con empresas automovilísticas y gobiernos estatales para elaborar una política que acelere el debut de los coches sin conductor y reveló su intención de invertir 4.000 millones de dólares en la próxima década para hacer el proyecto realidad.