La Torre Hertz, antes conocida como la Torre Capital One, en su momento el edificio más emblemático de Louisiana, en Estados Unidos, se vino abajo en solo 30 segundos con una implosión controlada con dinamita.
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La demolición del edificio se dio al descartarse, por ser muy costosa, la reparación de su estructura dañada tras el paso de los huracanes Delta y Laura en 2020.
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La empresa Hertz Investment Group, su propietaria, decidió demoler a la torre a pesar de que pobladores pedían restaurarla.
Derrumbe planificado
La Torre Hertz, emblemático rascacielos de 22 niveles que durante más de cuatro décadas fue un ícono en el horizonte de Lake Charles, fue demolida con éxito mediante una implosión controlada. Este evento marca un paso significativo en los esfuerzos de recuperación de la ciudad tras los devastadores huracanes Laura y Delta que azotaron el suroeste de Luisiana en 2020.
Explosiones en serie
El edificio, anteriormente conocido como Torre Capital One, se había convertido en un símbolo de la devastación provocada por los huracanes, con ventanas rotas y lonas desgarradas cubriendo su estructura. La demolición se llevó a cabo con una serie de explosiones que hicieron que la torre colapsara en cuestión de segundos, generando una densa nube de polvo y formando una pila de escombros de cinco niveles de alto.
Volada por 7 millones
La demolición fue financiada con 7 millones de dólares provenientes de fondos privados garantizados por la ciudad, mientras que el costo estimado de renovación del edificio era de 167 millones de dólares. La empresa Hertz Investment Group, con sede en Los Ángeles y propietaria del inmueble, había prometido reparar la estructura una vez alcanzado un acuerdo con Zurich, su aseguradora. Finalmente, el acuerdo se cerró por una suma no revelada.
Dolor y esperanza
El alcalde de Lake Charles, Nic Hunter, expresó sentimientos encontrados sobre la demolición, calificándola como “agridulce”. Hunter, que estaba en el cargo durante los huracanes, indicó que, a pesar de los esfuerzos de la ciudad por encontrar soluciones viables con varios grupos inmobiliarios, la tarea de restaurar el edificio resultó ser demasiado compleja.
“En este momento, estoy listo para una resolución. Han pasado cuatro años. Ha sido tiempo suficiente”, dijo Hunter.
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