Los investigadores de la colisión del Airbus A320 repleto con 150 pasajeros creen que el copiloto estrelló el aparato “con voluntad de destruir el avión” por razones que se desconocen; aunque en este momento “nada permite decir que se trate de un atentado terrorista”, presumen que podría tratarse de un yihadista.
El copiloto Andreas Lubitz, de 28 años, alemán y no clasificado como terrorista, respiró “con normalidad” hasta la colisión en los Alpes franceses, según la grabación en una de las cajas negras.
Cuando el comandante pide al copiloto tomar el mando, presumiblemente para ir a hacer sus necesidades, es que Lubitz estrella la nave.
La canciller alemana Angela Merkel, enterada, garantizó a los familiares de todas las víctimas que su país hará “todo lo que esté en su mano” para investigar una tragedia que ha cobrado “una dimensión casi inimaginable”.