Una iglesia del siglo XVI, que se encontraba bajo las aguas de una presa en Jalapa del Marqués, en el estado de Oaxaca (México), ha reaparecido debido a la sequía que vive el país. Es que los niveles de agua de la presa Benito Juárez han disminuido un 47% su capacidad en el último año haciendo que los pescadores y agricultores de la zona presagien tiempos duros para la pesca y los cultivos.
“Ahorita se ve la construcción de la iglesia y la gente viene a tomar fotos y grabar, pero la realidad es que no hay mojarras, para los que vivimos de la pesca, se escasea todo porque no hay lluvia”, explica el pescador Alejandro Olvera al diario mexicano Página 3.
Los cultivos de agua de riego también están sufriendo las consecuencias de la sequía y están a punto de secarse por la falta de agua. “El cambio climático ya está con nosotros y debemos ocuparnos. Esta falta de agua en la presa refleja la realidad de muchos cultivos y muchas personas dedicadas a la agricultura y pesca. Es muy lamentable lo que ocurre y debemos hacer conciencia”, afirma Juan de Dios Gallegos, gerente técnico de la red mayor de cultivos.
La presa fue construida hace 60 años por el caudal de los ríos Tehuantepec y Tequisistlán, desplazando a la población para poder regar 23,000 hectáreas de cultivo en municipios de la región del Istmo. Desde entonces, es habitual que el templo sobresalga durante las épocas de menos lluvias, pero nunca había sido como hasta ahora. La construcción se deja ver el 40% fuera del agua debido a la sequía.
La falta de lluvias y las altas temperaturas en la zona han agravado la situación. Según el Servicio Meteorológico Nacional (SMN), el pasado 18 de enero se registró un récord con una temperatura máxima de 39,5 grados.