“Israel trata de tumbar las negociaciones a toda costa", señala analista.
“Israel trata de tumbar las negociaciones a toda costa", señala analista.

Mientras avanzan las negociaciones en Viena (Austria) para la reactivación del acuerdo nuclear entre Irán y Estados Unidos y sus aliados, Israel endurece su retórica contra Irán, insiste en su postura contraria a la firma del llamado pacto JCPOA y su ministro de Defensa, Benny Gantz, reveló que se prepara un ataque militar.

El pacto, alcanzado por primera vez en 2015 durante la Administración de Barack Obama Obama, limó asperezas entre Washington y Teherán previa paralización del programa nuclear iraní. Una distensión que Israel interpretó como una amenaza a sus intereses regionales y a su seguridad nacional.

En vista de la vuelta al diálogo, donde existe cierto margen para la reedición del acuerdo, el ministro de Defensa israelí, Benny Gantz, ha declarado al rotativo hebreo Yedioth Ahronoth que Israel “se prepara para un posible conflicto con la República Islámica” con el objetivo de detener su programa nuclear.

Israel trata de tumbar las negociaciones a toda costa. La opinión del Gobierno israelí es cristalina: no importa el contenido del acuerdo, Irán continuará enriqueciendo uranio y desarrollando su programa nuclear. Por eso, el Estado judío defiende una respuesta contundente fuera de los márgenes del diálogo con el régimen de los ayatolás, una línea dura marcada en primera instancia por el expresidente Trump, que satisfizo las demandas israelíes expresadas en su día por Benjamín Netanyahu”, refiere Álvaro Escalonilla en el portal Atalayar.


Se va a actuar

Gantz ha vaticinado el fracaso de las conversaciones, un escenario en el que Israel y el resto del mundo podrían “no tener más opciones que actuar contra Irán”, según el ministro.

El Mossad -servicio secreto de Israel- estuvo involucrado en el asesinato del ‘Oppenheimer’ iraní, Mohsen Fakhrizadeh, así como en otras operaciones de sabotaje de sus instalaciones nucleares ejecutadas en el ciberespacio. Una estrategia de hostigamiento en la que contaba con el férreo respaldo de la Administración Trump en Estados Unidos.