Ataques dentro de Rusia, en la zona fronteriza de Belgorod, se reiniciaron este miércoles y según especialistas anticipan el contraataque masivo de las fuerzas de Ucrania que buscarán liberar, a cientos de kilómetros de distancia, áreas ocupadas por las huestes de Vladimir Putin.
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Belgorod, la región fronteriza en el suroccidente de Rusia, se está convirtiendo en un nuevo punto de ebullición entre Moscú y Occidente en medio de la guerra en Ucrania. Y es que Rusia arremetió este miércoles contra Estados Unidos y Europa tras asegurar que los combatientes “proucranianos” que en los últimos días han perpetrado ataques en el territorio ruso actúan con armas suministradas por los aliados occidentales de Kiev.
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Una situación que demostraría, según el Gobierno ruso, la creciente participación extranjera en el mayor conflicto en suelo europeo en el siglo XXI, ordenado por el presidente Vladimir Putin hace 15 meses.
Meten a Occidente
“No es ningún secreto para nosotros que cada vez se entrega más equipo a las Fuerzas Armadas de Ucrania. No es ningún secreto que este equipo se está utilizando contra nuestro propio Ejército. Y no es ningún secreto para nosotros que la participación directa e indirecta de países de Occidente en este conflicto crece día a día”, aseguró en las últimas horas el portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov.
Habla gobernador
Las declaraciones del Kremlin se produjeron pocas horas después de que el gobernador Vyacheslav Gladkov señalara que la región que comparte frontera con el este ucraniano volvió a ser blanco de ataques con “numerosos” drones, durante la madrugada.
Según el funcionario, “una gran cantidad” de aeronaves no tripuladas fueron interceptadas y derribadas por las tropas rusas.
Hay destrozos
Aunque las autoridades no reportaron víctimas mortales ni heridos, indicaron que varias edificaciones administrativas, edificios residenciales y automóviles en Belgorod resultaron dañados.
“Hubo una gran cantidad de ataques con aviones no tripulados. Los sistemas de defensa aérea se encargaron de la mayoría de ellos”, aseveró Gladkov.
Acusaciones cruzadas
Los asaltos transfronterizos, que en los últimos días se convirtieron en el centro de acusaciones entre Kiev y Moscú, fueron reivindicados por dos milicias opuestas al Kremlin: el Cuerpo de Voluntarios Rusos y la Legión Libertad de Rusia.
Se trata de grupos rusos que se oponen a Putin y aseguran que combaten del lado ucraniano, aunque las autoridades del país atacado afirman que tanto en los enfrentamientos armados como en las embestidas de los últimos días en Belgorod solo han participado ciudadanos rusos.
Retorno sin bajas
El martes Moscú aseguró que sus militares en la zona “neutralizaron” y obligaron a retroceder a los remanentes de combatientes que, sostiene, provienen de Ucrania.
Pero miembros de las milicias señalaron que retornaron a suelo ucraniano de forma voluntaria mientras se preparan para futuros ataques. Pese a que el Kremlin indicó que al menos 70 “terroristas” murieron en los combates del martes, la Legión Libertad de Rusia negó esa versión y sostuvo que no perdió “ni un solo soldado”.
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