Putin tiene a su "Rasputín" que lo inspira en su política imperialista y conquista de Ucrania.
Putin tiene a su "Rasputín" que lo inspira en su política imperialista y conquista de Ucrania.

El analista y estratega Aleksandr Dugin, conocido por sus puntos de vista ultranacionalistas y su militancia antisemita, es considerado por algunos como el pensador más influyente de Rusia y, por su ascendencia sobre el presidente ruso, algunos lo llaman el “Rasputín de Putin”, en referencia a Grigori Rasputín, el místico que cautivó a la corte imperial de Rusia hace un siglo y manejaba como un títere al zar Nicolás II.

BBC News Mundo indica que se cree que Dugin fue el cerebro detrás de la anexión de Crimea ordenada por Putin en 2014. Y también defendió hace años que era necesaria la intervención militar en el este de Ucrania -a la que llama Novorossiya (Nueva Rusia)- “para salvar la autoridad moral de Rusia”. Y ahora, mientras el mundo observa la en Ucrania, muchos están volviendo a revisar las ideas de Dugin y su influencia en las acciones de Putin.

En 1987, durante el segundo año de gobierno de Mijaíl Gorbachov, Dugin se unió al liderazgo de la notoria organización nacionalista rusa antisemita Pamyat, y durante los siguientes años se desempeñó como miembro del Consejo Central de la agrupación. A principios de la década de 1990, cuando la Unión Soviética estaba cerca de colapsar, Dugin comenzó a asumir un papel político de más alto perfil.

Formó una asociación con “patriotas estatistas” en el campo comunista y estuvo, durante un breve período, cerca de Genadii Zyuganov, el líder del Partido Comunista de la Federación Rusa.

En un artículo en el sitio web del Centro para Europa de la Universidad de Stanford, el experto en política rusa John B. Dunlop escribe que en 1991, cuando colapsó la URSS, Dugin conoció a un importante escritor neofascista con vínculos con elementos del ejército ruso, Aleksandr Prokhanov, cuya revista Den’ sirvió para divulgar las ideas de la “oposición rojo-marrón” (socialista-fascista).

Dugin pronto emergió como uno de los principales ideólogos de Den’”, señala Dunlop.

En 1998, Dugin fundó el Centro de Experiencia Geopolítica en Moscú. En un artículo en su revista explicó que el centro podría convertirse en “un instrumento analítico de la Plataforma Euroasiática para, simultáneamente, la Administración Presidencial, el Gobierno de la Federación Rusa, el Consejo de la Federación y la Duma Estatal”.

En 2000 Putin declaró públicamente que “Rusia siempre se ha percibido a sí misma como un país euroasiático”.

Fue en 1997 cuando publicó “Los fundamentos de la geopolítica: el futuro geopolítico de Rusia”, un libro fundamental en el que establece los detalles para que Rusia reconstruya su poder a nivel mundial.

Algunos analistas aseguran que ese libro marcó la visión de Putin sobre Rusia y su lugar en el mundo y que todos los generales del ejército ruso lo leen en algún momento.

En él escribe que, para lograr sus objetivos geopolíticos, Rusia necesitaría “la desinformación, la desestabilización y la anexión”. Justo todo lo que hoy hace Putin.

Además, señala que agentes rusos deberían fomentar las divisiones raciales, religiosas y regionales dentro de Estados Unidos mientras promueven las facciones aislacionistas en ese país.


Anexión de Ucrania

Dugin también escribió que uno de los objetivos de las anexiones de Rusia debería ser Ucrania. Su idea es que una Ucrania independiente se interpone en el camino para que Rusia se convierta en una superpotencia transcontinental.

Ucrania como Estado independiente con ciertas ambiciones territoriales representa un peligro enorme para toda Eurasia”, escribe, y “sin resolver el problema ucraniano, en general no tiene sentido hablar de política continental”.

Según escribió David Von Drehle en The Washington Post, la obra de Dugin “se puede resumir en una idea: la alianza equivocada ganó la Segunda Guerra Mundial”, recuerda BBC News Mundo.

“Si tan solo Hitler no hubiera invadido Rusia, Reino Unido podría haberse roto. Estados Unidos se habría quedado en casa, aislado y dividido, y Japón habría gobernado a la antigua China como socio menor de Rusia”. Así piensa Dugin, el “Rasputín de Putin”.


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