Una casa se vendió por más de 800 mil dólares en efectivo pese a que venía con un inquilino viviendo en el sótano. | Crédito: Pexels / Referencial
Una casa se vendió por más de 800 mil dólares en efectivo pese a que venía con un inquilino viviendo en el sótano. | Crédito: Pexels / Referencial

Un listado de bienes raíces en Fairfax, un condado de Virginia (), se volvió después de que el dueño de una casa buscaba venderla por 800 mil dólares, pero hay un problema: alguien vive en el sótano del inmueble. No solo hubo un postor, sino cinco en total y lo más singular es que ya se firmó un contrato por el que se pagó un precio “un poco” por encima de lo solicitado, según dijo el agente inmobiliario a cargo de la cotización.

“SOLO OFERTAS EN EFECTIVO Y NO HAY ACCESO para ver el nivel inferior y la Casa se vende COMO SE VE con el pleno conocimiento de que la casa viene con una persona(s) viviendo en el nivel inferior sin contrato de arrendamiento”, se lee en el texto de la oferta inmobiliario. Un equipo de visitó la propiedad, pero ninguno de sus habitantes quiso comentar al respecto.

Sin embargo, un vecino mencionó que una madre de familia y su hija viven en el sótano de la casa, pero se desconoce cuál es la relación que tiene con el propietario o cuánto tiempo lleva viviendo ahí. Si bien el anuncio indicaba que la vivienda requería muchas reparaciones, pero para los residentes del vecindario el que alguien haya aceptado comprarla bajo esas condiciones es increíble.

Un abogado ofrece más contexto sobre la inusual situación

En diálogo con FOX 5, Richard Bolger, un abogado en bienes raíces sin conexión con la venta, ofreció más contexto sobre la curiosa situación diciendo que la oferta en efectivo significa que no hay un prestamista involucrado, y el título de la propiedad podría transferirse relativamente rápido. Ahora, depende del nuevo propietario decidir qué hacer con el inmueble.

En ese sentido, Bolger precisó que dicha figura es especialmente complicada si el inquilino trata de quedarse en la casa alegando que hubo un contrato de arrendamiento o apelando un desalojo, aunque el letrado cree que el nuevo propietario de la casa –cuya identidad se desconoce y no se sabe cuánto terminó desembolsando– eventualmente ganaría una disputa de desalojo.