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Durante la niñez es cuando el ser humano necesita de más nutrientes para desarrollarse plenamente en el resto de su vida. Por lo tanto, es importante que los padres logren satisfacer estas necesidades que se encuentran naturalmente en frutas y verduras.

Sin embargo, cuando los padres escuchan de vitaminas, inmediatamente van a buscar suplementos nutricionales. No hay por qué asustarse y comprar miles de latitas o cápsulas. Desde que empiezan a probar sus primeros alimentos sólidos los niños están en total capacidad de sintetizar nutrientes de los alimentos y aprovecharlos al máximo. Cuatro de ellos les servirán de mucho para crecer saludables:

1. DHA. Es un tipo de ácido graso omega 3 que contribuye al desarrollo del cerebro. Es particularmente importante durante los tres primeros años de vida, cuando el cerebro se desarrolla rápidamente. Se encuentra abundantemente en pescados como el salmón y la caballa. 

2. Calcio. Fortalece los dientes y huesos. Puedes encontrarlo en productos lácteos (leche, queso y yogur), sardinas, brócoli o espinaca y yemas de huevo.

3. Hierro. Es una vitamina esencial para que el oxígeno llegue a todo el cuerpo. La deficiencia de hierro puede producir anemia y hacer que tu hijo esté de mal humor y cansado. Para que tenga siempre la cantidad necesaria, debes darle legumbres y arvejas, cereales y ocasionalmente, carnes rojas.

4. Vitamina C. Ayuda al desarrollo saludable de los tejidos, músculos y piel. Además, refuerza las defensas naturales del cuerpo. Se encuentra en cítricos, fresas, pimientos, brócoli, tomate, repollo y col. La vitamina C puede ayudar al cuerpo a absorber hierro, por eso es bueno combinar alimentos ricos en hierro y vitamina C en las comidas. 

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