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Un estudio realizado en Suecia reveló que los jóvenes que pierden a sus padres específicamente por un cáncer son más propensos a padecer trastornos psiquiátricos que posteriormente los llevan ha autolesionarse. Según el informe, 1 de cada 5 adolescentes entre 13 y 16 años que sufrió la pérdido de uno de sus padres se corta o quema comparado con 1 de cada 10 jóvenes con sus dos padres con vida.

¿A qué se debe esta conducta? La Academia Estadounidense de Psiquiatría Infantil y Adolescente señala que cortarse y quemarse es la forma en la que algunos adolescentes con problemas expresan sus emociones. Por otro lado, diversos especialistas sostienen que se debe a los adolescentes sienten que perdieron al cuidador que advertiría su sufrimiento emocional y evitaría las autolesiones.
 
La encuesta se realizó a 622 adolescentes que habían perdido a un padre, y a 330 adolescentes con ambos padres vivos. El 20 por ciento de los adolescentes con un solo padre vivo dijo que se había autolesionado, comparado con el 10 con sus dos padres.