Hay alimentos que por su propia naturaleza son capaces de causar mal aliento. Esto se debe a que contienen sustancias volátiles (gas) que desprenden olor en el proceso de digestión. Estos gases se absorben, viajan por el torrente sanguíneo y llegan a los pulmones siendo expulsados en el aliento.

Los alimentos con mayor posibilidad de causar halitosis son: el ajo, la cebolla, las bebidas alcohólicas, el queso, las grasas, los frutos secos, las aceitunas, los huevos, los condimentos en general, la mayonesa, el aceite, el chocolate, la leche, la mantequilla, los embutidos (salami, jamón, etc.) y verduras como la col, coliflor, brócoli, alcachofa, entre otras, así como las sardinas.

Por otro lado, tener una cena copiosa o cercana a la hora de dormir, sobre todo si incluye carnes rojas, también puede causar mal aliento por una digestión ineficiente y un posible reflujo.

Si tienes mal aliento, sé más minucioso con la higiene bucal. Si a pesar de ello, persiste, acude al odontólogo para definir la causa.

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