¡Amores de oficina! Cuando se mezclan los negocios y el placer
¡Amores de oficina! Cuando se mezclan los negocios y el placer

Los amores de oficina son excitantes, pero también peligrosos. ¿Eres parte de uno o estás por empezarlo? Entonces, te recomendamos leer esta nota.


Se ven ocho horas diarias por cinco días a la semana (a veces seis). Comparten bromas, chismes, problemas y satisfacciones. Haciendo números, probablemente pases más tiempo con él que con tu propia familia. Por ello, que exista intimidad y confianza entre ambos es prácticamente natural. Si a eso le agregas la atracción física, tienes la receta perfecta para el enamoramiento. Pero no todo puede ser color de rosa cuando se trabaja junto a la pareja.


Es cierto que tener un romance con un compañero tiene sus ventajas: da la oportunidad de conocerlo de manera paulatina y sin presiones. Asimismo, permite verlo desenvolverse en distintas situaciones y así determinar si satisface tus expectativas.


No obstante, tiene dos grandes inconvenientes. En primer lugar, el ambiente de trabajo es un espacio reducido, donde todo el mundo se entera de lo que pasa con todo el mundo. ¿Has escuchado la frase “pueblo chico, infierno grande”? Bueno, lo mismo se aplica a la oficina. Si te involucras en una relación más que laboral con alguien del entorno, prepárate a ser la comidilla de todos por un rato. Y ni qué decir si uno de los dos ya tiene un compromiso.


Por otro lado, la propia estabilidad laboral se pone en peligro. Muchas compañías tienen reglas explícitas que prohiben que existan parejas entre personas que laboran juntas. Incluso las organizaciones más liberales tienden a ver mal las relaciones amorosas entre empleados. La razón es obvia: es posible que se creen conflictos de intereses y las discusiones -tan comunes entre enamorados- afecten el desempeño.


Así que ya sabes, si quieres involucrarte con alguien del trabajo, te arriesgas a estar en boca de todos y hasta a sufrir un despido. Es casi como jugar con fuego, pero es precisamente eso lo que lo hace tan emocionante, ¿o no?


Cuéntanos, ¿has tenido un amor de oficina? 

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