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Conducir puede generar diversas sensaciones. A algunos les puede brindar bienestar mientras que a otros les produce miedo e inseguridad.  Las personas qué no controlan el miedo mientras conducen son las que probablemente padezcan amoxofobia.

“Esta enfermedad, genera un miedo irracional a conducir y quienes la padecen no pueden pensar con claridad, ni se concentran en la conducción, sino en los posibles peligros que se puedan presentar”, afirman los especialistas. 

Los orígenes que pueden desencadenar esta transtorno son múltiples, entre ellos, la participación de seres queridos en accidentes o a cualquier tipo de recuerdo doloroso relacionado. Según los expertos los amaxofóbicos son muy negativos hacia su forma de conducir, creen que pueden ser los causantes de un accidente.

Por tanto es fundamental que  aprendan a dominar los pensamientos negativos sobre su forma de conducir, deben ser prudentes en su forma de manejar, sin miedos, ni excesiva confianza“.