El huevo es altamente nutritivo, pero existen muchos mitos en torno a este alimento, y uno de ellos es la creencia de que la yema es pura grasa y colesterol.
La yema del huevo concentra 3 g de los 7 g de proteína que aporta una unidad de huevo de gallina. Además, contiene colesterol en una cantidad suficiente para cubrir nuestras necesidades nutricionales. Sin embargo, el colesterol del huevo no eleva los niveles de colesterol sanguíneo en personas sanas. Esto se debe a dos razones: en primer lugar, la yema contiene otros tipos de grasas, como los fosfolípidos, que impiden que todo el colesterol se absorba. En segundo lugar, nuestro cuerpo es capaz de autorregular, hasta cierto punto, el colesterol en sangre.
El hígado produce colesterol, y hay personas cuyo hígado genera más de lo necesario. En esos casos, se recomienda reducir el colesterol en la dieta.
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