La motricidad fina permite a los pequeños y pequeñas alcanzar destrezas necesarias para la vida, como escribir, tomar un cubierto o realizar distintas actividades manuales y tiene como objetivo lograr que realicen movimientos coordinados de los dedos y los ojos, a través de tareas que requieren concentración y paciencia.

Por ello, ¿cómo podemos ayudar a nuestros pequeños a desarrollar esta habilidad tan importante? Lenka Neyra, pedagoga y directora del Nido Arco Iris, nos brinda algunas recomendaciones:

“La mejor manera de desarrollar la motricidad fina es a partir del juego y la exploración, es por eso que las actividades científicas contribuyen mucho para lograrlo pues su objetivo principal es lograr una meta y/o habilidad específica lo cual está estrechamente vinculado al desarrollo de las habilidades motoras de niñas y niños”, afirma.

En ese sentido, recomienda experiencias llamativas y emocionantes que despierten en las niñas y niños la atención a través -por ejemplo- del descubrimiento de nuevos materiales y su comportamiento en el que pueden investigar a través del juego y la comprobación, verdades inesperadas que generan curiosidad y nuevas preguntas”.

Beneficios de la exploración científica para los niños

Consultada sobre los beneficios que otorga la exploración científica en los más pequeños, la especialista asegura que la ciencia -que explica el mundo a partir de la observación, exploración, análisis, hipótesis y comprobación- da a los niños la posibilidad de relacionarse directamente con el mundo en su día a día por lo que es posible que si proponemos actividades y experiencias orientadas hacia la ciencia, nuestros pequeños se sientan cómodos, motivados y llenos de entusiasmo con respecto al nuevo aprendizaje.

Asimismo, Neyra indica que la educación desde un punto de vista científico, contribuye en:

  • El desarrollo del pensamiento crítico
  • Mejor y más amplio vocabulario
  • El descubrimiento de la importancia del trabajo colaborativo
  • El desarrollo de la perseverancia como elemento clave para los descubrimientos
  • El desarrollo del pensamiento analítico y la síntesis
  • La formulación de preguntas e hipótesis
  • La capacidad de resolución de problemas.
  • El desarrollo de la capacidad para entender su entorno y conocerlo profundamente

“A través de diversos experimentos los pequeños pueden trabajar la observación, la concentración y la motricidad fina, potenciando sus habilidades para seguir aprendiendo y creando herramientas nuevas investigando a su vez el comportamiento de ciertos elementos y sus cambios físicos y químicos desde una experiencia sin riesgos que les ofrece la posibilidad de pensar de manera científica mientras utilizan todas sus habilidades de motora fina” finaliza.

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