Uno de los principales temores de los es criar a un hijo mimado o engreído. Esto se debe a que muchos de ellos no saben disntiguir entere amar y consentir. El límite del amor familiar hace que no podamos contenernos cuando queremos ver a los pequeños de la casa muy felices al premiarlos o sorprenderlos con los mejores detalles.

Sin embargo, está comprobado que los excesos nunca dan resultados positivos sobre todo cuando se trata de educar a un hijo. Los límites deben establecerse de manera clara desde un inicio para no confundirlos a mitad de su crecimiento. Recompensarlo peso a una actitud negativa es seguir cultivando un tronco torcido. La lucha es larga y muy difícil, pero el resultado es brillante.

Los pequeños en casa deben saber identificar los sentimientos de rabia, frustación, y fracaso con el fin de asociar estas actidudes a situaciones negativas. Del mismo modo, darles el sentimiento de gloria o mostrarse orgullosos de ellos es un signo positivo de una acción correcta. No todo siempre es felicidad y tu niño o niña tiene derecho a aprender a diferenciar poco a poco lo que está bien y lo que no.