Es cierto que la presión que tienen los trabajadores independientes es mucho mayor a los empleados de alguna empresa o compañía, ya que sus clientes no siempre son alternativas fijas de ingreso. Incluso, muchos tienen que estar frecuentemente pendientes de nuevas oportunidades profesionales, no reciben vacaciones pagadas y en casi todos los casos, los gastos son elevados.
Sin embargo, los freelance también disfrutan de muchas ventajas, que sin dudarlo hace que la experiencia valga la pena.
1. Trabajar en lo que realmente te gusta. Es importante este tipo ya que marca un hito importante en el desarrollo de tu carrera. Si ha trabajado para otras compañías es muy posible que haya sentido cierta inquietud por relacionarte directamente con los clientes. Como freelance desarrollarás una profesión que se adapta a tus conocimientos y nuevas aspiraciones.
2. Organizar mejor tu tiempo. Este tipo de trabajo te permitirá organizar mejor tu tiempo de acuerdo a las necesidades que tengas. Aprovecha cada espacio libre para poder completar tareas, estudiar y pasar un momento de calidad con la familia.
3. Más conciliación familia. Disfrutar junto a los seres queridos no siempre implica un gran gasto económico, por lo que es una gran opción para no alejarnos de los nuestros.
4. Una oficina propia en casa. Algunas profesiones como arquitectura, dibujo o escritura, permiten disponer de un espacio en el hogar donde se cuente con una simple computadora como herramienta básica. Si cuenta con un espacio de este tipo en casa y aprende a separar bien estas dos actividades, instalar una oficina puede ayudar a que aproveche mejor de su tiempo, evitando el tráfico o el pago en unidades de transporte.
5. Crecer profesionalmente. Es un hecho que trabajando uno aprende. Sin embargo, los retos a los que hace frente un freelance son una auténtica prueba de fuego. De esta manea, crecerás por tu propia cuenta y, en definitiva, disfrutarás al máximo de tu profesión.
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